jueves, 16 de septiembre de 2010

CUANDO LAS BARBAS DE TU VECINO GRIEGO VEAS PELAR.....

He querido recuperar un artículo escrito por mi gran amigo Antonio Tellado, publicado en la república.es   el día 5 Marzo de 2010, mencianado artículo nos hacia referencia a lo que estaba por llegar y llegó

Las consecuencias de la crisis tienen aún que depararnos muchos disgustos y sobresaltos a los españoles. Hasta el momento se han quedado sin empleo millones de personas y ha aumentado el número de los integrantes de esa legión olvidada de la que se dice eufemísticamente que están por debajo del umbral de la pobreza, mientras, cada vez son más los que corren el riesgo de perder su casa por no poder pagar la hipoteca…en fin, para que seguir, los días de vino y rosas van quedando ya lejanos, aquellos días de continua fiesta en la que se decía “España va bien”, “hemos adelantado en PIB a Italia y ahora, aunque se enfade Sarkozy, también vamos a adelantar a Francia”, ahora sólo queda sonrojarse por tanta estupidez. ¿Acaso nuestros gobernantes no conocían España ni lo que se puede esperar de su economía? Porque desde que se liquidó la poca industria con que contábamos, aquí ya no se fabrica nada; se ha vivido del turismo –menos mal- y en una burbuja basada en le construcción especulativa. Durante décadas, a faltas de nada que vender, los especuladores españoles han invadido de cemento playas y parajes naturales, arruinando para siempre nuestro entorno natural, o se han dedicado a comprar productos en el campo para venderlos quince o veinte veces más caros.




Por si faltaba algo, ahora los números de la macroeconomía española han dejado al aire las vergüenzas, algo que se veía venir; porque ningún país puede soportar un número tan elevado de corruptos como soporta España, donde nunca aparece el dinero público embolsado por esos sinvergüenzas a los que la Justicia impone alguna que otra vez penas de risa, mientras no les pasa nada a los empresarios corruptores que se van de rositas. Las mafias han encontrado acomodo en ese panorama tan favorable que consideran un paraíso donde realizar impunemente su trabajo sucio y rentable. Esa es la maravillosa realidad de lo bien que ha ido España en estos años. Pero, llega un momento en el que revienta el globo, y toda la economía española instalada en él. En esa fiebre por ganar cada vez más, la banca –otros que tal bailan- invirtió el dinero que le confiaban sus clientes en bonos basura que no valían nada, originando un enorme agujero negro en el mundo financiero; sin embargo, como los banqueros tienen bula, a nadie se le hizo responsable de semejante desastre, al contrario, el asunto se solucionó tapándose el agujero con dinero público y santas pascuas; o sea, que el conjunto de la población tuvimos que pagar la negligencia de los banqueros, ¡Cojonudo!



Pero claro, esas elevadas cantidades que les proporcionó el Gobierno, unidas a la falta de cotizaciones a la Seguridad Social y a la disminución de lo recaudado en concepto de impuestos ocasionados por el aumento del paro y la crisis que golpea a los pequeños y medianos empresarios y también, que todo hay que decirlo, a la bajada de impuestos a las grandes fortunas, trajo como consecuencia un aumento del déficit y del endeudamiento, que amenaza con ahogarnos a todos. Mientras todo se hunde, los galácticos de la economía, los banqueros, las eléctricas, las petroleras y las grandes multinacionales, continúan obteniendo millonarios beneficios, porque en nuestra angustiosa realidad se les autorizan escandalosas subidas con la que se castiga aún más nuestros bolsillos, esa es la lógica del sistema que prefiere la bolsa a la vida y los valores mobiliarios a los valores de la ética; se trata de que los ricos sigan ganando y que los trabajadores, en el mejor de los casos, se beneficien de las migajas que les caigan desde arriba, o que se jodan sumidos en la pobreza.



En la Unión Europea hay otros países con una economía tan endeble como la nuestra; uno de ellos, Grecia, anda en la cuerda floja, al borde de la quiebra. Pero el sistema “ha acudido en su ayuda” imponiéndole sus soluciones: rebajar los sueldos, las pensiones, despedir empleados públicos y eliminar servicios sociales. Todo ello para que, como dice la vieja canción, todo siga igual. Lo curioso del caso es que lo que ha encendido las alarmas en Grecia ha sido su déficit presupuestario del 12,4 del PIB (el de España es del 11,4), y todo ello cuando el desempleo es allí del 9,7 %; nada parece importarles que el de España, un país, para ellos mucho más solvente, sea del 19%. Cuánta razón llevaban los que durante todos estos años han predicado en el desierto denunciando que se estaba construyendo la Europa de los mercaderes y no la de los pueblos. Poco les importa a esos mercaderes el drama de las personas que no cuentan con un empleo ni con ingresos, lo importante para el sistema es que los prestamistas puedan cobrar sus préstamos incluidos los intereses, que los ricos sigan siendo ricos, mientras más mejor, y que los pobres sigan siendo pobres, no importa su grado de desesperación. En el país helénico, la gente se ha echado a la calle a protestar por la agresión que sufren con el recorte de sus derechos, y, como era de esperar, sobre ellos han caído, en defensa del santo capitalismo, las fuerzas represivas, la prensa vendida al sistema, y si es necesario caerá también el ejército, en un asunto como ese no se escatiman esfuerzos, y en última instancia ahí están las fuerzas de la OTAN, que para eso están. Pero, la realidad es meridianamente clara, se trata de que solamente paguen los de abajo, aquellos a los que siempre se les ha otorgado ese papel. El pueblo griego tendrá que luchar muy duro si quiere parar el expolio.



Pero, ¡Atención a todos los navegantes! En España ya se están preparando medidas en la misma dirección: nada de reinstaurar el Impuesto sobre el Patrimonio para hacer pagar a las grandes fortunas los impuestos de los que les eximieron tan generosamente, nada de controlar los bancos a los que se les inyectó dinero público, nada de crear una banca pública ni de planificar la economía, ni pensar en controlar a las eléctricas o las petroleras, porque de todos ellos es el paraíso de la economía globalizada; de lo que se trata es de seguir abaratando el despido, de bajar de hecho las pensiones, de elevar la edad de jubilación hasta los sesenta y siete años, en fin, lo que todos sabemos. El caso es que, como dice el refrán, cuando las barbas de tu vecino veas pelar…y ya están pelando las de los griegos. Muy mal nos va a ir a los españoles como no se luche por cambiar este sistema compartido por ZiPi y ZaPPe, esos dos gemelos de la política, tan iguales, que nadie podría distinguirlos, ambos comprometidos en el salvamento del capitalismo agresivo globalizado, aunque para cumplir con el papel que le tienen asignado, se dediquen a confundir al personal con sus peleas fingidas con las que mostrarse diferentes.

No hay comentarios: