lunes, 31 de mayo de 2010

Infame día de las Fuerzas Armadas en Badajoz

En la foto, la bandera franquista que colgaba delante del Palacio de Congresos. La misma policía que ignoraba esto nos obligó a nosotros a quitar la bandera republicana que pusimos en nuestra ventana.


Mario Barranca Escobar
Para Kaos en la Red
 
[Estado español] Infame día de las Fuerzas Armadas en Badajoz


En la foto, la bandera franquista que colgaba delante del Palacio de Congresos. La misma policía que ignoraba esto nos obligó a nosotros a quitar la bandera republicana que pusimos en nuestra ventana.

Mario Barranca Escobar
Para Kaos en la Red
30-5-2010 a las 20:59
707 lecturas
10 comentarios

www.kaosenlared.net/noticia/estado-espanol-infame-dia-fuerzas-armadas-badajoz

Bandera franquista delante del Palacio de Congresos Se avecinaba un fin de semana español de la hostia.



Resido actualmente en Badajoz porque estoy realizando aquí mis estudios. Me enteré con incredulidad de que el Rey y el Ejército y toda esa gente venían a nuestra olvidada capital a celebrar su Día de las Fuerzas Armadas. No pasa nada. Bueno, sí pasa, pero no es de eso de lo que voy a hablar en este momento. (Si quieren enterarse de la invasión de militares pueden leer esta otra noticia de esta misma web.)



Se me ocurrió que sería una buena oportunidad para tomarle el pulso a ciertas arterias. Por ejemplo, ¿hasta qué punto vivo en una democracia? ¿Sería verdad que yo había nacido en un estado democrático? Como hombre de ciencia que soy me dispuse a observar el fin de semana y a llevar a cabo algunos estudios de campo.



Lo primero que hice fue comprarme un pequeño trapo con los colores republicanos y adosarlo a mi mochila, ya que tanto el sábado como el domingo iba a tener que acudir a la biblioteca central a estudiar. En un principio era un poco temeroso. No estaba del todo seguro de si eso era legal. Pero no hubo problema alguno. Incluso pasé delante de militares y policías y ninguno hizo nada, o no se dio cuenta. Sólo un coche conducido por unos jóvenes militares me pito y me hizo un corte de mangas. Si bien, otros coches me habían pitado, me habían hecho señales de apoyo y habían lanzado vivas a la República -hubo más de estos últimos-.



La misma tarde del sábado un compañero tuvo la idea de poner su bandera republicana en la ventanta de nuestra residencia de estudiantes, que está justo enfrente del Palacio de Congresos. La idea no fue mía, pero me pareció una buena idea, así que le ayudé. Después de esto volví a mi cuarto a estudiar.



Oí unos ruidos en el pasillo, y cuando salí mi compañero me contó lo que había pasado. Había subido el recepcionista a la habitación a quitar la bandera. Le dijo que nos habían denunciado. Cuando mi compañero trató de exponer calmadamente que él no creía que esa bandera fuera denunciable, el recepcionista hecho una furia le gritó que era anticonstucional. ¿Anticonstucional? ¿Anti-qué artículo de la constitución exactamente? La constitución del 78 establece que la bandera oficial del estado es la rojigualda. Bien, nosotros no estábamos violando ese principio. También establece que en los edificios públicos debe ondear la bandera del estado. Bien, allí estaba, en su mástil de la residencia. ¿Por qué es anticonstitucional? Es más, ni siquiera es anticonstitucional. Es la bandera de la constución de 1931. Es una bandera que, como leí recientemente, "no es ni ilegal ni preconstitucional, es la bandera constitucional ultrajada y mancillada por una dictadura y por 30 años de falsa democracia".



A mi amigo le quitaron la bandera que él había comprado y bajamos a cenar. Durante la cena nos cruzaron unas declaraciones que fueron un fiel reflejo de la ignorancia de la sociedad española en este aspecto. Más hirientes eran aún proviniendo de supuestos universitarios. Por una vez me voy a poner a añorar los tiempos de Franco para decir: los universitarios ya no son lo que solían ser.



Subí a mi habitación preocupado por lo que me habían dicho. Parecía que nos iba a caer una gorda. Reconocía mi ignorancia en el tema, así que me dispuse a informarme de si realmente aquello que estaba pasando era lo que decía la ley, si yo había actuado de forma ilegal. Llamé a la sede de IU y amablemente me explicaron que no iba a pasarme nada. Que ya había jurisprudencia en estos casos -ellos mismos habían recibido denuncias similares- y que no me preocupara. Que la bandera republicana no es anticonstitucional. Es simplemente -y tristemente- nada. Es aconstitucional. Como si quisiera exhibir una bandera con un arco iris.



El domingo volví a realizar mi recorrido hacia la biblioteca central en bici. Volví a recibir bocinazos de apoyo, y algunas miradas incrédulas. Pero cuando estaba llegando a la residencia, y por tanto al Palacio de Congresos donde estaba o había estado el rey un policía vino corriendo hacia mí y me dio el alto. Me llevó hacía una zona más apartada para evitar las miradas de la gente. Me pidió el DNI, que yo previsoramente llevaba muy a mano en el bolsillo y me dijo que eso que llevaba era ilegal. Le contesté que me había informado y que yo, humildemente, creía que no era así, pero que si era él el encargado de hacer cumplir las leyes, suponía que él lo sabía mejor que yo. Se vio un poco abrumado ante mi declaración y -en lo que yo considero una muestra de su poco conocimiento sobre el tema- fue un momento a consultarlo con su superior. Un señor se acercó a preguntarme que si estaba bien y fue también detenido por otro policía y le fue solicitado su DNI. Finalmente me dejaron marchar conservando mi bandera guardada dentro de la mochila. Yo seguía sin comprender por qué había vivido en tan pocas horas dos violaciones de la libertad de expresión de unas ideas que no son anticonstucionales. Si incluso en Éibar se izó en 2008 la bandera republicana en el ayuntamiento para conmemorar el 77 aniversario de la proclamación de la República.



Más tarde, desde la ventana de mi residencia pude observar una bandera franquista frente al palacio de congresos. ¿Un montón de policías velando por la seguridad del rey y no la vieron? Venga ya, no me lo creo. Aquí lo que pasa es que nos tenemos que enfrentar a una "doble doble vara de medir". Por un lado la doble vara de medir de que la bandera republicana es tan ilegal como la franquista. Y una vez que nos han hecho tragar esto vemos como, finalmente, la bandera franquista no es tan ilegal como nos decían inicialmente.



Que quede claro. La bandera tricolor no es ilegal. La bandera tricolor no es ilegal. La bandera tricolor no es ilegal. Según el TSJM pronunciándose recientemente ante el hecho de que IU exhiba banderas republicanas, “(...) en la medida en que la democracia implica pluralismo, ampara la discrepancia y las formas en las que ésta pueda manifestarse, siempre que esta expresión sea, a su vez, respetuosa con los derechos de los demás” al exhibir una bandera republicana se está “optando por una determinada ideología que debe respetarse y protegerse”.



Le hice una foto a la bandera franquista y acudí a denunciar. No porque no fuera la bandera oficial, ni porque esté en contra de determinadas libertades de expresión, tal como le hice saber al policía, sino porque consideraba que aquello era apología de un régimen fascista, dictatorial, antidemocrático y, ahora sí, anticonstitucional. El policía me dio la razón. Incluso estuvo de acuerdo conmigo cuando le dije que si podíamos cambiar la parte del informe en la que decía "bandera preconstitucional", alegando que era demasiado impreciso. A esto me contestó que él también lo había pensado. En esta ocasión tengo que comentar la amabilidad con la que fui tratado. No hay queja por mi parte.



Y ahora aquí en mi cuarto pienso ¿por qué pasa esto? ¿Y por qué más en Badajoz? En otras ciudades de España puede estar menos claro quiénes fueron los buenos y los malos. Pero aquí no hubo duda. Aquí llegaron los nacionales y se estima que mataron a entre 500 y 4000 personas. ¡Incluso Pío Moa ofrece una cifra de entre 500 y 1500! Entre estas personas ejecutadas estuvo el alcalde, Sinforiano Madroñero, cuyo nombre lleva una de las calles donde hoy han desfilado los militares y se ha izado una bandera que, hasta que no se cierren viejas heridas, no deja de recordar a la bandera del águila pero sin el águila. Y es que al final la Transición en algunos aspectos fue eso. Maquillar un poco. Pero aunque Adolf Hitler se quitara el uniforme, seguía siendo Adolf Hitler. En la Avenida Sinforiano Madroñero desfilaron unos militares que habían jurado bandera. También habían jurado bandera unos militares que en el 36 se alzaron contra las masas populares a las que habían jurado defender. Por eso, hasta que no se cierren las heridas, aún queda cierto tufillo fascista en el ejército. Al igual que en la Guardia Civil -salvando ilustrísimas excepciones como el caso del General Antonio Escobar, con quien tengo el honor de compartir apellido-.



Pacenses, por favor, que vivimos en Badajoz. Una ciudad que sufrió una masacre fascista sobre la que el oficial nazi Hans Von Funk expresó lo siguiente: soy "un soldado acostumbrado a la lucha, que ha combatido en Francia durante la Gran Guerra, pero que jamás ha contemplado la brutalidad y la ferocidad con que el Ejército Expedicionario de África desarrolla sus operaciones. Por ello desaconseja el envío de tropas regulares alemanas a España, porque, ante tal salvajismo, los soldados alemanes se desmoralizarían". Y esto lo dijo un nazi. Para que un nazi diga que una represión es cruel ya tiene que ser cruel.



¿Por qué tenemos que soportar que el PP le retire el nombre a la calle Margarita Nelken amparándose en la Ley de Memoria Histórica -de nuevo la "doble doble vara de medir"-? ¿Por qué tenemos que soportar esto con las referencias franquistas que podemos observar en algunas calles de la ciudad? Parece que porque hay que dejar olvidar la Historia, pero sólo cierta parte de la Historia ¿Por qué tenemos que soportar que se derriben las tapias del cementerio donde se produjeron numerosos fusilamientos a republicanos? ¿Por qué tenemos que soportar que se tire abajo la plaza de toros donde también se produjeron numerosas ejecuciones -pueden encontrar en sus librerías un libro que tiene la jeta de decir que no pasó nada de nada-? ¿Por qué tenemos que soportar que, para colmo, el rey visite el Palacio de Congresos construido en su lugar -donde la única conmemoración a los represaliados republicanos es una escultura de metal en la que no hay absolutamente ninguna placa ni nada que la identifique como tal-? ¿Por qué tenemos que soportar que un vecino exponga justo enfrente la bandera franquista y los "cuerpos y fuerzas de seguridad del estado" hagan la vista gorda?



Señoras, señores; si esto es España, yo quiero bajarme.

No hay comentarios: