martes, 17 de agosto de 2010

FRANCO, UN PRESIDENTE MÁS EN LA WED DE LA MONCLOA

FRANCO, UN PRESIDENTE MÁS

EN LA WEB DE LA MONCLOA

Un insulto a la memoria histórica y a la decencia política

Salvador López Arnal para Canarias-semanal.com


El dictador Franciso Franco observa a su heredero Juan Carlos de Borbón
jurar los "Principios del Movimiento Nacional"


Diego Barcala dio cuenta de ello en Público [1]. El titular de la noticia era tan llamativo: “Franco es uno más en la web de la Moncloa” que parecía imposible o un truco periodístico para llamar la atención. Ninguna de las dos conjeturas era verdadera.

Estos son los presidentes que figuran en el apartado “Presidentes de la democracia” de la página web de la Moncloa [2]: José Luis Rodríguez Zapatero, José María Aznar López, Felipe González Márquez, Leopoldo Calvo-Sotelo Bustelo y Adolfo Suárez González. Ningún presidente republicano, ningún presidente de la Primera o Segunda República figuran en el apartado “Presidentes de la democracia”. La democracia española, según la página web de la presidencia del gobierno español, queda reducida al período comprendido entre 1977 (o 1978) y la actualidad.

En el apartado “Anteriores presidentes”, figuran, entre otros, al lado de Manuel Azaña y Juan Negrín, infamia sobre escarnio, Francisco Franco, Luis Carrero Blanco y Carlos Arias Navarro. Un insulto a la memoria histórica y a la decencia política.

La “presidencia” (¡presidencia!) del primero abarca desde el 29 de septiembre de 1936 al 8 de junio de 1973. El general golpista, el máximo responsable del asesinato de centenares de miles de luchadores republicanos y de sus familiares, el máximo responsable de la represión contra los combatientes antifranquistas, fue presidente de España, según la web de la presidencia, desde septiembre de 1936, cuando el fascismo español lo designó generalísimo de los Ejércitos y jefe de Estado, y la presidencia de la II República española seguía en pie, en su ubicación constitucional, combatiendo la rebelión militar fascista dirigida por el “presidente del gobierno español”.

Algunos fragmentos de la entrada dedicada al general golpista: “Militar y político español (Ferrol, 1892-Madrid, 1975). Nacido en el seno de una familia de la clase media de Galicia vinculada con el ejército, ingresó en la Academia de Infantería de Toledo (1907-1910) y participó activamente en la guerra de Marruecos, donde fue herido de gravedad (1916) y ascendido a comandante por méritos de guerra… De regreso a África, fue ascendido a teniente coronel (1923) y comandó el Tercio de Extranjeros, con el que se distinguió en las acciones militares y fue ascendido al rango de general (1925). La conclusión de la campaña de Marruecos hizo que el general Primo de Rivera le confiara la dirección de la reorganizada Academia General Militar de Zaragoza (1928-1931), hasta que fue clausurada por la II República... La victoria electoral del Frente Popular (1936) marcó su alejamiento de los círculos militares republicanos, y su destino como gobernador militar de Canarias, donde poco después brindó su apoyo al golpe de Estado dirigido por los generales José Sanjurjo y Emilio Mola contra la II República, que desencadenaría la Guerra Civil española. Al frente del denominado Ejército de África se sumó al alzamiento, y después fue nombrado jefe del Estado y generalísimo de los ejércitos por la Junta de Defensa Nacional que el Gobierno golpista había creado en Burgos (1 de octubre de 1936). La victoria definitiva del ejército de Franco (1 de abril de 1939), en gran parte merced a la ayuda militar y logística de Alemania e Italia, fue el preludio de una dura represión contra los republicanos vencidos, al tiempo que comenzaba el proceso de institucionalización de un régimen corporativo y dictatorial… Superada la difícil transición del bloqueo y del aislacionismo internacionales, la economía inició también una etapa de estabilización y de liberalización que permitió la puesta en marcha de los planes de desarrollo a partir de 1963 [...] El desarrollismo económico se convirtió en la ideología del régimen […] Ley Orgánica del Estado (1966), que estableció la separación de los cargos de jefe de Estado y de gobierno, aunque Franco siguió concentrando ambos en su persona, y la designación del príncipe Juan Carlos de Borbón como su sucesor (1969), sentando las bases para la transición a la monarquía. Mientras tanto, el creciente malestar político y social se ponía de manifiesto en las protestas de obreros y estudiantes, sobre todo a raíz del proceso de Burgos contra un grupo de miembros de la banda terrorista vasca ETA. […] La enfermedad obligó a Franco a ceder las funciones de jefe del Estado al príncipe Juan Carlos de Borbón (1974 y 1975), primero temporalmente, y ya de forma definitiva cuando los problemas de salud acabaron con el fallecimiento del dictador (20 de noviembre de 1975), tras una larga agonía” [todas las cursivas son mías].

Además de no hablar apenas de la salvaje represión fascista durante la guerra civil y de la decisiva participación de la ayuda militar nazi-fascista (¡ciudades como Barcelona y Gernika, espacios civiles, bombardeados desde el aire y el mar!), de arrojar kilos de dulces y azúcar sobre las verdaderas características del régimen franquista y su deseo de prolongación monárquica, además de presentar a la ETA antifranquista como “banda terrorista vasca”, ni una sola referencia al nacional-catolicismo, ni al Concordato, ni a la ausencia de libertades básicas, ni mención alguna a los asesinatos de Ruano, Grimau, Puig Antich, de los cinco últimos asesinatos y de tantos otros. La cara dura pero no sangrante de “un régimen corporativo y dictatorial”, esta es la arista usada, ésta es la cara mostrada sin ninguna duda tras una elección estudiada.

La figura del almirante fascista Luis Carrero Blanco, una pieza esencial del Régimen franquista., tiene menos desperdicio todavía. Hela aquí sin cortes: “Militar y político español (Santoña, 1903-Madrid, 1973). Fue nombrado consejero nacional en 1940 y vicepresidente segundo de las Cortes en 1943. A principios de la década de 1950 se convirtió en el principal consejero del general Franco y ejerció una decisiva influencia en la política interior española. En 1957 fue ascendido a contraalmirante de la Armada y culminó su carrera militar al conseguir en 1966 el grado de almirante. En julio de 1967 Franco le nombró vicepresidente del Gobierno y en 1973 fue designado presidente, lo que le convertía en garante de la continuidad ideológica e institucional del régimen. Unos meses después murió asesinado por ETA”.

Un currículum de sangre y represión lavado con OMO y presentada como la un funcionario militar ejemplar, con carrera política, que sirvió a la España de Francisco Franco con lealtad, que ejerció, eso sí, “una decisiva influencia en la política interior española” y que, por si fuera poco, “murió asesinado por ETA”, momento en el que más de la mitad de España, toda la España antifranquista, brindaba con cava y champagne, al tiempo que se iniciaba el proceso 1001 contra las Comisiones Obreras comunistas de Marcelino Camacho y Salvador Puig Antich sabía que sus días de vida se podían contar con los deseos de las manos de un grupo de amigos y compañeros. Hablamos del “principal consejero político” del general golpista asesino.

La trayectoria del carnicero de Málaga, de Carlos Arias Navarro, el tercer elemento de la tríada gloriosa, el fascista que leyó compungido el testamento del general golpista ante las pantallas de los televisores españoles, se presenta en los términos siguientes: “Político español (Madrid, 1908-1989). Licenciado en derecho y notario, fue inspector fiscal del Tribunal Supremo; gobernador civil de León, Santa Cruz de Tenerife y Navarra; director general de Seguridad y consejero nacional del Movimiento. Fue nombrado alcalde de Madrid en 1965, y en 1973 le fue otorgada la cartera de Gobernación. Tras la muerte de L. Carrero Blanco en 1973, fue nombrado presidente del gobierno. En diciembre de 1975 presidió el primer gobierno de transición de la monarquía, renovó el gabinete con varias figuras del reformismo, introdujo algunos elementos innovadores y expuso su programa reformista. En 1976, presentó la dimisión de su segundo gobierno a instancias del rey Juan Carlos I. Ese mismo año recibió el título de marqués” [las cursivas son mías igualmente].

La revisión en puesto destacado de mando: el terrible carnicero fascista, basta seguir su trayectoria política: gobernador civil, director general de Seguridad, consejero del Movimiento fascista, alcalde de Madrid, presidente de gobierno desde 1974, presentado como político español de éxito, licenciado en Derecho y notario por si faltara algo.

Página oficial de la presidencia del Gobierno: el revisionismo histórico asumido y propagado desde la página de una presidencia “socialista”. El resto es indignación y, lo admito, total impotencia.

¡Qué España expulse a todos sus demonios! A todos.

PS. Si todo esto fuera una derivada de la transición política, si lo fuera, no digo que lo sea, estaríamos, en mi opinión, ante una falsación en toda regla, sin conjetura ad hoc complementaria, de las bondades político-culturales de esta estrategia, cada día más inadmisible, de pacto servil, ocultamiento, tergiversación y olvido.

Notas:

[1] Diego Barcala, “Franco es uno más en la web de la Moncloa”. Público, 29 de junio de 2010.

[2] http://www.la-moncloa.es/Presidente/PresidentesDeLaDemocracia/index.htm

[3] Fuente: http://www.la-moncloa.es/Presidente/RelacionPresidentes/RelacionHistorica/1935-1976.htm#FRANCISCO%20FRANCO%20BAHAMONDE

sábado, 14 de agosto de 2010

Jornadas itinerantes “Sin Justicia no hay memoria”. Videofórum contra la impunidad el franquismo

Foro por la Memoria de Andalucía, - 12 Agosto 2010



Presentación en el Ateneo de Madrid el 8 de septiembre de 2010


Presentación en el Ateneo de Madrid el 8 de septiembre de 2010 a las 19:00 h. a cargo de:

- José María Pedreño, Presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria.

- José Luis Muga, Abogado de la Federación Estatal de Foros por la Memoria.

- Félix Ramos Toscano, vicepresidente del Foro por la Memoria de Andalucía.


Al finalizar la presentación se expondrá el documental “Once voces, una historia”. Que trata sobre la exhumación de 11 republicanos, cuya memoria y restos se rescataron de una fosa común situada en una cuneta, en la localidad de Villanueva del Rosario (Málaga) realizada por el Foro por la Memoria de Andalucía en septiembre de 2007.

lunes, 9 de agosto de 2010

Aquella tragedia del 3 de abril en Menasalbas

Aquella tragedia del 3 de abril en Menasalbas
Aquí-Castilla la Mancha, 06-08-2010 - 8 Agosto 2010

Tras dos años de trabajo, el Foro de la Memoria Histórica ha recuperado los restos de 17 vecinos de Menasalbas

Tras dos años de trabajo, el Foro de la Memoria Histórica ha recuperado los restos de 17 vecinos de Menasalbas fusilados dos días después de que terminara la Guerra Civil. El testimonio de un anciano ha resultado clave para que en sólo tres días se hayan encontrado los cuerpos. 70 profesionales voluntarios han trabajado en la exhumación, a la que algunos concejales del PP “han puesto todas las trabas que han podido”.

Eusebio tenía 12 años cuando al pasar casualmente cerca del cementerio de Menasalbas, su pueblo, le llamó la atención unos montículos de tierra junto a uno de los muros laterales. Comprendió rápido que estaba ante el escenario de un fusilamiento reciente, que debajo de esa tierra recién removida debían haber enterrado apenas unas horas antes a algunos vecinos asesinados por seguidores franquistas que un par de días antes habían ganado la Guerra Civil. Eran los primeros días de abril de 1939.

Dice Eusebio que el pueblo siempre supo que estaban allí “porque unos días después pusieron a unos fascistas a vigilar esto para que no se acercara nadie”. Pero él, además, recordaba con una precisión pasmosa el lugar exacto donde había visto los montículos. Sus indicaciones han sido claves para que en apenas tres días, un equipo del Foro de la Memoria Histórica haya recuperado los cuerpos de los 17 vecinos asesinados allí.

“Lo he dicho en cuanto me lo han preguntado”, comenta este anciano que ahora tiene 84 años, acompañado de una hija, mientras da explicaciones a una voluntaria del equipo, señalando en el muro del cementerio los impactos de bala que aún quedan de aquel fusilamiento del 3 de abril de 1939, dos días después de que hubiera terminado la Guerra.

Juan Espinosa le escucha también. Su padre, que nunca se metió en política, “que se pasó toda la vida haciendo carbón, como un pobre”, fue una de las víctimas. Tenía 44 años cuando le dispararon junto al muro del cementerio; él 14. “Y una madre que se quedó sola, que se murió con una costra en la espalda de llevar leña para darnos de comer”. Juan explica a la voluntaria que su padre era un hombre “grande” y le da algún detalle más que puede ayudar en una primera identificación, más tarde ratificada con pruebas de ADN.

Juan sobrelleva estos días entre la satisfacción por recuperar los restos de su padre y la rabia. “Ya quisiera saber yo quien fue quien se lo llevo. Me he acordado muchas veces de mi padre, muchas”, dice este hombre que también sufrió represalias tras la Guerra “porque decían que era hijo de un rojo”.

Y Aquilino, que se emociona al llegar al muro del cementerio y apenas acierta a decir: “qué crimen”, mientras mira fijamente. Cree que el de su tío puede ser uno de los cuerpos.

De momento sólo 9 familias reclaman los restos de los fusilados junto al cementerio. Fueron las que pidieron ayuda al Foro de la Memoria Histórica para tratar de recuperarlos hace ya dos años.

Hacia mucho calor esta semana junto al muro del cementerio de Menasalbas, donde 70 voluntarios que iban turnándose, procedentes de todo el país: antropólogos, forenses, historiadores, arqueólogos… removían la tierra para recuperar los cuerpos de “los 17 compañeros”, como prefiere llamarles José María Pedreño, el coordinador de la exhumación. Todos los miembros del Comité local del Frente Popular, que antes de morir estuvieron encarcelados, y, también, algunos soldados republicanos que acababan de regresar bajo la falsa promesa de Franco de no tomar represalias. No se habían quitado el uniforme cuando fueron ejecutados junto al cementerio.

Los cuerpos estaban donde había marcado Eusebio. A apenas 40 centímetros de profundidad. Uno corresponde sin ninguna duda a un menor. Hay un padre y un hijo. El martes 20 por la mañana, tres días después de empezar los trabajos, ya se habían recuperado 16 de los 17 que se esperaba encontrar. El estudio histórico previo estableció inicialmente que eran 18, pero los investigadores han constatado que una de las víctimas logró huir y llegar a Francia.

Y junto a estos profesionales, otros voluntarios toledanos echando una mano en todo lo que podían: Mario García, un comercial de Mocejón que le ha dedicado sus vacaciones porque una de las víctimas era su bisabuelo Ladislao. La hija de él, la abuela de Mario, a quien él tiene muy presente estos días, perdió a todos en la Guerra y se quedó sola con 16 años, al cargo del bebé de su hermana. Se murió el año pasado “con la angustia de no saber que había sido de su padre”, pero con el alivio desde un año antes de que el Foro ya andaba tras la pista.

O el talaverano Emilio Sales, responsable del Foro en Castilla la Mancha, o el concejal de IU de Olías del Rey Jorge Vegue y voluntarios procedentes de toda la provincia y hasta de Ciudad Real que se han encargado de llevar comida y atender los recados de los profesionales voluntarios.

También de vigilar de día y de noche el enterramiento. El sábado 17, el día que empezaron los trabajos de exhumación, un grupo de jóvenes que se autoidentificaron con consignas fascistas amenazaron con atentar contra la excavación y contra los voluntarios a través de Internet. Se acercaron por la noche. Pero la presencia de la guardia civil y de estos voluntarios les disuadió.

No ha habido muchos más incidentes en el pueblo estos días, aunque en el Foro lamentan la actitud del equipo de gobierno municipal del Partido Popular “que nos ha puesto todas las trabas que ha podido y más para recuperar los cuerpos”, comentaba Sales.

Hasta el punto que el alcalde, José María García Crespo, ha tenido serias discrepancias con algunos compañeros por este asunto. “El alcalde parece un hombre más tolerante, que comprende lo que estamos haciendo y que nos insiste en que él es el alcalde de todos los menasalbeños, pero nos ha pedido que no le mencionemos para nada ni hablemos de las concesiones que nos ha hecho: de la luz y el agua que nos ha dejado, porque si se enteran los suyos…”, comentaban en el Foro esta semana.

El Foro no han conseguido lugar donde alojar estos días a los profesionales voluntarios en Menasalbas. Ha sido el ayuntamiento de San Martín de Montalbán quien finalmente se lo ha proporcionado.

José María Pedreño, coordinador de la exhumación.


El sábado 24 se organizó un homenaje para honrar a estos 17 vecinos asesinados. Y se informó con detalle a las familias de las circunstancias en las que habían sido encontrados los cuerpos. Una psicóloga estuvo presente para ayudar, sobre todo, a los familiares más directos de las víctimas: a los hijos que aún viven, como Juan. “Sabemos que no sólo fue el asesinato”, advierte el responsable de la exhumación. Los restos evidencian que antes de morir, fueron brutalmente torturados. Algunos craneos están literalmente “reventados”. En la fosa, estaban dispuestos en hilera, de dos en dos. Todo el trabajo se puede seguir en: www.foroporlamemoria.info

Cuando los restos sean correctamente identificados, previsiblemente serán enterrados en una fosa común dentro del cementerio de Menasalbas. 9 familias los esperan y el resto “son familiares nuestros”, señala Pedreño. “Deben ser enterrados juntos. Todo el mundo está de acuerdo en que estas personas murieron por unas convicciones y por defender el gobierno legal. No les mataron porque eran el padre o el abuelo de uno o de otro. No estamos rescatando la memoria del hijo o del nieto, sino del padre o del abuelo muerto. Imagínate que el nieto es ahora un falangista. Sería absurdo. La memoria que hay que guardar es la de la víctima. La legislación internacional así lo establece”.

El Foro, como hace en todas las exhumaciones en las que interviene, presentará denuncias por crímenes en el juzgado por cada una de las víctimas. “Nosotros consideramos que estos casos no han prescrito”, señala José María Pedreño. “Intentamos que el juzgado asuma su responsabilidad y se encargue del levantamiento de los cuerpos. No solemos conseguirlo, pero sí que la policía judicial haga un atestado, contar con un informe oficial. Y ya veremos en el futuro lo que conseguimos”.

BRUTAL REPRESALIA

La recuperación de los cuerpos de estos 17 vecinos de Menasalbas ha supuesto casi dos años de trabajo, que comenzó con un estudio histórico realizado a partir de documentación y entrevistas para concretar dónde podía estar la fosa y quien podía estar allí enterrado.

El estudio ha puesto de manifiesto que la represalia en este pueblo tras la Guerra “fue tremenda”, advierte Pedreño.

Menasalbas fue el único pueblo de la provincia que apoyó la Revolución de Asturias de 1934 y contaba con numerosos afiliados a sindicatos y partidos de Izquierda. El estudio histórico estima que unos 90 vecinos fueron asesinados por su compromiso político tras la Guerra Civil y 12 fueron trasladados a un campo de concentración nazi, del que sólo salieron 2 vivos.

Se apuntan ahora otros enterramientos similares en este pueblo. Alguno habría quedado bajo una calle de reciente trazado y ha podido desaparecer.

LA SEGUNDA FOSA DE ALCAÑIZO

José María Pedreño trabaja también en la fosa nº 2 de Alcañizo, tras el hallazgo de tres cadáveres (de los cinco que se esperaban) en la número 1 hace año y medio.

Ya han realizado algunas catas que no han dado resultados positivos. Pedreño estima que más del 30% de estos enterramientos se han perdido en estos 70 años

http://revistaaqui.net/index.php?option=com_content&view=article&id=961:aquella-tragedia-del-3-de-abril-en-menasalbas&catid=55:provincia&Itemid=167

domingo, 8 de agosto de 2010

Confesiones de un sicario económico- parte2/2

Sicario Económico - John Perkins - Zeitgeist Addendum 1/2

Los símbolos de la victoria

Los símbolos de la victoria

Dice Damià Ferrà-Pons, historiador Mallorquín especialista en el arte en la isla durante la dictadura fascista, que los monumentos son una ocupación del espacio público por parte del estado y si añadimos que el fascismo Español pretendía ser eterno, tenemos los ingredientes necesarios que conforman la monumentalidad del régimen fascista del general Franco. Si a esta receta le añadimos que el golpe de estado monumentalizó (y ocupó) calles y plazas a golpe fusil y tiro en la nuca, tal y como analiza magistralmente Javier Rodrigo en su ensayo sobre la violencia durante la guerra civil y la dictadura, tendremos una ofensa no solo a sus víctimas si no a todos los demócratas, que hacen de los valores democráticos el único modelo válido de convivencia en una sociedad moderna. El profesor Ricard Vinyes, en su artículo “Sobre el uso de símbolos y ruinas” del 21/05/2010, propone usar los monumentos como elementos pedagógicos, como elementos de “ética” para las generaciones de Españoles que no vivieron y no conocen los aspectos sociales de la guerra o de la dictadura. Dudo que el profesor Ricard Vinyes desconozca todos los manuales que sobre el arte del Franquismo se han editado en España des de la muerte del dictador, algunos publicados a finales de los 70 con el recuerdo a Franco aun caliente, y con las primeras retiradas de calles o elementos monumentales, tales como cruces a los caídos que poblaron y aún pueblan algunos pueblos de España. En esos manuales, de lectura imprescindible para entender los monumentos, queda claro el mensaje que Franco y sus leales servidores pretendían dar a lo que algunos especialistas hanvenido a llamar manifiestos políticos del fascismo: La inmortalidad. No se puede, ni debe, considerar fascista a un monumento, solo por que contengan elementos propios del régimen, como las “melodramáticas águilas negras de San Juan”, como apunta Ricard Vinyes, si no que tenemos que analizar todos y cada uno de los elementos que lo conforman, tal y como estableció la “Comisión de Estilo para la Conmemoraciones de la Patria” creada ex-profeso por el ilegal gobierno de Burgos en marzo de 1938 para marcar las directrices a seguir en cada una de las fases de construcción de dichos monumentos. Según esa “Comisión” los monumentos debían incluir exaltaciones a la patria, al ejército, a las autoridades políticas, a los mártires o las gestas de la “Cruzada” y a la religión Católica, alma mater de la cruzada anti comunista. Según Ángel Llorente, en su “Arte e ideología del Franquismo 1936/1951” el fascismo Español pretendía seguir luchando contra sus enemigos, la democracia y los demócratas, los nacionalismos, la masonería, el comunismo, etc, etc, pero esta vez en vez de balas y obuses usarían las piedras de los monumentos.


Esos códigos son aun descifrables en los monumentos que aun se mantienen en pie, como el dedicado al crucero “BALEARES” en el parque municipal de Sa Feixina de Palma de Mallorca, que adoptó todos los elementos propios del régimen monumental, incluyendo su lema de batalla “Inmortalidad”, como lo denominaron los autores del proyecto. Es este monumento la máxima expresión del culto funerario a los “caídos” y tan solo cumplían la función de “mostrar las bases nuevas y eternas del Estado de Franco (…) de ahí que los monumentos tuvieran que ser colosales e inexpugnables, reflejo de las instituciones políticas y militares que apuntalaban el nuevo Estado”, en palabras de la obra colectiva “Arte del Franquismo”, editada a finales de los 70. Y gracias al actual consistorio municipal, desoyendo la voz de los ciudadanos, expertos y colectivos de la memoria, el monumento seguirá navegando por las aguas de la historia, con su insultante y humillante mensaje de victoria del fascismo y los fascistas sobre los demócratas y democracias. Que Franco lo inaugurará solemnemente en mayo de 1947, es solo parte del protocolo oficial del fascismo.

Como vemos no hay diferencias sustanciales entre el lenguaje arquitectónico de los regímenes de los “mil años” del nacionalsocialismo Alemán y los “40 años de Paz” del Fascismo Español, ambos pretendían perpetuar las gestas y los prohombres de sus respectivas “cruzadas” con la intención pedagógica y ética de perpetuar sus valores casi eternos y seguir luchando contra los enemigos de la patria. Y a día de hoy, solo el caudillo Español, asesino de masas, esta consiguiendo su objetivo a costa del sufrimiento de sus víctimas y de todos los demócratas y con la colaboración de ayuntamientos, C.C.A.A y gobiernos centrales de multicolor político, que están ayudando que Franco y su “Comisión de Sabios” consigan sus “últimos objetivos militares” tal y como rezaba el último parte de guerra. Lo que en Alemania es delito, la exaltación del fascismo, en España es (a)normalidad democrática. Que cada uno extraiga sus propias conclusiones.

El artículo 15 de la ley 52/2007 tan solo lo podemos considerar como un apaño ante la cantidad de legislación que sobre monumentos, patrimonio y símbolos se ha ido aprobando en los últimos 30 años de democracia, tanto a nivel estatal como autonómico. Además el texto es ambiguo en formas y contenido, por que no hace excepciones entre símbolos de la República democrática y la España Fascista, dejando a una equidistancia imposible a los gobiernos centrales de turno, a los de las C.C.A.A y a los ayuntamientos la última decisión de derribar, contextualizar, o no, los monumentos y los cambios en la toponimia de la dictadura, en base a criterios propios o excusas de tipo sentimental, histórico, artístico o cultural, que ponen en evidencia que pese al tiempo transcurrido des de la muerte de Franco y pese a la enorme visibilidad que tiene su régimen monumental, el reguero de sangre y sufrimiento provocado en sus casi 40 años de dictadura es poco conocido o simplemente aceptado con una normalidad impropia de gobiernos centrales, C.C.A.A, ayuntamientos, etc. Hoy en día en pleno s.X.X.I es más complicado deshacerse de una lápida a los caídos que en 1978. ¿Por que será? ¿que ha cambiado en España en los últimos años para que algunos políticos se aferren con tanta energía a los símbolos del Fascismo?.

La pedagogía alrededor de lo que significó el fascismo para el estado Español se tiene que institucionalizar en los centros de enseñanza, no en la calle, tal y como aprendieron en Alemania y en los lugares que la sociedad designa para la historia y el arte: Los museos. No podemos dejar que la monumentalidad del fascismo eclipse el debate social en el que algunos se empeñan en buscar excusas para protegerlos, calificándolo simplemente como arte, mientras las cunetas están llenas de sus víctimas, que sus sentencias y “enterados” son legales y la toponimia de todas las ciudades comparte víctimas y verdugos en un ejercicio macabro de reconciliación forzosa entre dos concepciones diferentes de lo que algunos nos empeñamos en llamar simplemente vergüenza.


Marcial Isern Ramis

Vocal de l'associació Memòria de Mallorca

sábado, 7 de agosto de 2010

Un detective cree haber hallado a uno de los bebés 'desaparecidos' en La Línea años atrás

Un detective cree haber hallado a uno de los bebés 'desaparecidos' en La Línea años atrás
El investigador dice que podría tratarse de un varón nacido en una clínica privada en 1962

Soraya Fernández / La Línea

Las pesquisas de un detective privado, Rafael Pérez Carrasco, le habrían llevado a encontrar con vida, según afirma, a uno de los bebés presuntamente desaparecidos al nacer en La Línea y otras localidades gaditanas en torno a los pasados años 60 y 70.


Tras ser contratado por las hermanas Díaz Carrasco, las primeras en denunciar la supuesta desaparición de su hermano recién nacido en el hospital de La Línea en 1967, este investigador se ha prestado a colaborar desinteresadamente con estas familias, cada vez más numerosas.

Del caso sobre el que el detective abriga estas esperanzas ya tiene constancia la Fiscalía de Algeciras, que ha abierto diligencias para investigar qué pudo ocurrir con estos recién nacidos. Las familias sospechan que fueron vendidos o dados en adopción a otras con más poder adquisitivo.

Este hombre, de ser ciertas las sospechas de este investigador, debería tener hoy 48 años. Nació en 1962 en una clínica privada de La Línea. Llegó sano al mundo y todo parecía ir bien. Si bien y nuevamente, como se repite en la mayoría de estas historias, transcurridas unas horas le dieron a la madre la mala noticia de que el niño había fallecido. Los padres no vieron el cuerpo del bebé fallecido, sólo un ataúd blanco y un cochero que lo llevaba a enterrar al cementerio. Como en todas las ocasiones que han salido a la luz pública hasta ahora, el entierro de este bebé no consta en el cementerio. Rafael Pérez cree que fue adoptado por una familia y que ha dado con él: "Creo haberlo encontrado. Todas las investigaciones me llevan a él pero la familia biológica, en caso de serlo, no quiere continuar, no quiere saber nada. Yo defiendo el derecho que tiene este hombre a saber realmente quién es. Estoy dispuesto a hablar con él y si quiere, que se someta a las pruebas de ADN".

Este detective reconoce que todos los casos plantean dudas razonables sobre si los bebés siguen vivos. "Todos nacieron sanos y murieron horas después. Los hospitales les dijeron a las familias que se encargaban de los entierros pero no consta que recibieran sepultura y no hay apenas documentación sobre los ingresos hospitalarios de aquellos años".

Por otra parte, el fiscal jefe de Algeciras, Juan Cisneros, aún no ha llamado a declarar a las familias denunciantes; probablemente lo hará en septiembre. Cristina Díaz Carrasco, una de las primeras denunciantes, junto con su hermana, afirma que no van a tirar la toalla: "Estamos totalmente dedididas a continuar".

Málaga Hoy.es
http://www.malagahoy.es/article/andalucia/759761/detective/cree/haber/hallado/uno/los/bebes/desaparecidos/la/linea/anos/atras.html

viernes, 6 de agosto de 2010

Memoria en Mallorca. Sin valores democráticos, sin ideas claras, revisionismo en Baleares

Memoria en Mallorca. Sin valores democráticos, sin ideas claras, revisionismo en Baleares / Benjamin Balboa

El debate surgido a raíz del intento de homenaje a un destacado fascista mallorquín está permitiendo visualizar lo endeble de los valores democráticos de muchas personas. Y no se trata de criticarles o censurarles, sino sólo de hacerles ver que los argumentos y razones que se están empleando nos demuestran que la memoria histórica democrática es una gran asignatura pendiente en nuestra sociedad y desde luego también en sus vidas. El que una alcaldesa socialista intente rescatar la memoria de un sujeto como José Tóus Ferrer, alguien ligado profundamente con el fascismo mallorquín y, entre otras lindezas, inspirador del monumento al crucero golpista Baleares, proponiéndole como “Hijo Ilustre de Palma” raya en lo ridículo. Reír por no llorar. Lo grave es que la sra. alcaldesa no es la única en no tener ideas claras, como lo demuestran algunos artículos recientes.

Cada cuál es fruto del medio social y familiar en el que se ha educado y si tenemos en cuenta que durante décadas España vivió al dictado de los vencedores de una guerra atroz y genocida buscada y defendida por ellos como “necesaria”, no pueden extrañarnos ciertas cosas. Durante mucho tiempo solamente las familias pudieron ser escuelas de valores democráticos, porque la escuela estaba, como toda la sociedad, secuestrada por quienes perseguían y condenaban la democracia como medio ideal de convivencia. ¿cómo debemos entonces interpretar el artículo de Mercé Truyols titulado “Sin memoria histórica” Ultima hora, 9/12/07? Sus palabras, sin duda sinceras y sentidas, lo que denotan es una gran confusión moral. Parece aceptar sin más los horrores del pasado, no se trata de que los justifique o defienda, sino que se sitúa en una posición equidistante y desde ahí condena la reivindicación que actualmente se hace de quienes entonces fueron muertos por encarnar valores democráticos. No desea volver la vista atrás, le molesta íntimamente, eso se nota. ¿por qué, nos preguntamos? Quizá sea porque mirar la realidad histórica resulte demasiado dura.

Mallorca en 1936 no vivía ninguna situación grave. Era una sociedad razonablemente integrada y en la que los valores democráticos estaban muy extendidos; la sociedad civil era muy rica, existía un asociacionismo cultural, sindical, ciudadano que llegaba a cada pueblo y casi a cada barrio; los problemas sociales tenían mecanismos de solución que estaban construyéndose poco a poco con la cobertura del Estado constitucional republicano. La sociedad mallorquina tenía problemas parecidos a los de otros países mediterráneos, y si comparamos con la situación social de sus hermanas Córcega, Cerdeña, Sicilia, el balance resultaría incluso positivo. No existía un clima bélico, ni siquiera violento, existía un intenso debate político y sindical sobre los caminos y soluciones a seguir en el futuro, como era natural a un país que estaba construyendo y profundizando su convivencia democrática.

En esa Mallorca de 1936 donde nada grave pasaba hubo un baño de sangre atroz. No fue un fenómeno meteorológico, tampoco un accidente. Fue algo buscado y programado. El general al mando de la guarnición, junto con un núcleo de oficiales reaccionarios formaban parte de una conspiración que buscaba destruir a la República y cuanto significaba; eran enemigos de la modernidad y de la Ilustración, creían que participar de los valores ilustrados era algo punible, no sólo ser de izquierda, sindicalista o lo que fuera, sino simplemente librepensador era algo a ser perseguido. El plan del general Goded exigía asesinar a los militares leales a la constitución y al estado democrático, asesinar a cuantos se pusieran por delante de sus objetivos y siguiendo las directrices de su jefe, el gral. Mola, extender la violencia para lograr así paralizar por el terror a toda la sociedad. En Mallorca lo lograron.

Los golpistas dieron armas al puñado de falangistas locales a los que emplearon como verdugos voluntarios, los encuadraron con unos oficiales reaccionarios y golpistas (los llamados “capitanes de Alcalá”, presos en la isla por su actuación golpista desde junio de 1936) y diezmaron la indefensa sociedad mallorquina. Hubo cientos de muertos en la isla, de toda edad y condición, desde sencillos campesinos a educados profesionales, desde sindicalistas a concejales y alcaldes, desde izquierdistas conocidos a puntillosos militares de carrera, incluso hubo un sacerdote asesinado por actuar cristianamente con los injustamente perseguidos. Han pasado 70 años y los asesinados siguen en las cunetas y en fosas comunes desconocidas. En Alaró, el pasado día 2 de diciembre, tras un sentido acto público de homenaje ante una placa con los nombres de veinte vecinos asesinados, campesinos, obreros, cargos municipales electos, un emocionado familiar manifestaba la sensación de paz íntima que le producía tener ahora al menos un lugar donde llevar unas flores, pues los cuerpos de algunos siguen sin aparecer. Debe saberse que estos sencillos homenajes que estamos haciendo son los primeros en los que muchas familias han encontrado reconocimiento público, que viudas e hijos tuvieron que callar durante décadas y que hasta el luto público les fue negado. Es hora ya de cerrar esas heridas, aunque a la conciencia de los que se sienten identificados con los verdugos de entonces les moleste la memoria. A nadie que hubiera estado en el cementerio de Alaró el pasado 2 de diciembre le hubiera molestado nada de lo que se dijo; todo el acto fue sentido, respetuoso y profundamente embuido de valores democráticos y antifascistas, justo lo que una sociedad sana precisa para mantener su dignidad colectiva en este doloroso asunto.

Nos dice en su artículo Mercé Truyols, que los asesinados por los golpistas no fueron las únicas víctimas y tiene razón. ¿Qué podemos decir de los jóvenes mallorquines llevados a la guerra, reclutados por los golpistas y que sufrieron tantos padecimientos? ¿de los que murieron en los combates que ellos no habían buscado? ¿de las madres y las esposas de los que cayeron defendiendo unos símbolos que representaban entonces y ahora justo lo contrario de los valores democráticos? Le responderé: fueron víctimas del fascismo igualmente, obligados por la fuerza a combatir a sus hermanos. Goded, el gral. golpista que salió de Palma hacia Barcelona, no fue una víctima; tuvo un juicio justo y una sentencia justa donde pudo defenderse y donde los hechos de su traición fueron notoriamente probados. Recibió exactamente lo que en estricta justicia se merecía.

La memoria histórica está para resolver este problema de falta de puntos de referencia. No nos ha ocurrido sólo a nosotros, es algo que afectó en su día a todos los europeos. Alemania sufrió, es decir, los alemanes sufrieron como pueblo, familia a familia, persona a persona, una terrible sangría. Guerra, reclutamiento, persecución, dictadura, bombardeos, represalias. El pueblo alemán pagó un durísimo precio por culpa del proyecto criminal y genocida que conocemos como nazismo. Ese proyecto, esa ideología tuvo unos promotores y unos defensores, esos mismos nazis y fascistas apoyaron en España a los golpistas y convirtieron un golpe fallido en una guerra civil. En la Europa de 2007, cuando los pueblos vuelven la vista atrás para aprender reciben una enseñanza clara: nos unen los valores democráticos por encima de diferencias políticas y de nacionalidad. Existe una sincera reconciliación entre Alemania y Francia, en realidad entre todos los europeos occidentales. No se cuestiona la preeminencia de los valores democráticos. Hubo alemanes demócratas y antifascistas, como hubo franceses reaccionarios y nazis: el problema no es qué bando sino qué ideas. A un lado estuvieron la reacción y el fascismo, al otro todos los demás, desde los cristianos demócratas a los comunistas, pasando por ciudadanos antifascistas de todo credo y origen, igual que en España o que en Mallorca en 1936.

En ese pasado terrible de Europa, los españoles fuimos el pueblo que supo luchar y resistir la agresión nazi fascista propia y ajena. Podemos estar profundamente orgullosos de ello, aunque las circunstancias históricas y la cobardía de algunas naciones democráticas nos condenaran. Hubo mallorquines que lucharon en la 2ª GM, que murieron en los campos nazis, que dieron un ejemplo de resistencia y dignidad democrática ejemplar, mallorquines caídos en el olvido, calumniados, ignorados para vergüenza de todos.

Como pueblo europeo que constituye y al que pertenece, la sociedad mallorquina sólo puede reconciliarse desde el reconocimiento sincero del valor moral superior de los valores democráticos. Eso incluye tender la mano a las otras víctimas del fascismo, los que forzadamente o de forma manipulada cayeron como la carne de cañón necesaria para su sangriento triunfo. Toda la sociedad española fue víctima, todos debemos condolernos de lo padecido, aunque sin olvidar que a algunos les fue bien y hasta se enriquecieron con tanta desgracia ajena. Como en Europa hoy, en los memoriales y actos de homenaje que cada año se celebran en todos los países occidentales, la reconciliación es un hecho desde la unidad democrática y el respeto a las víctimas. Quedan fuera los nostálgicos de las dictaduras fascistas que no representan a nada ni a nadie. España en esto es la excepción. Aquí el recuerdo del fascismo sigue ensuciando las calles, pero sobre todo, un legado de franquismo sociológico sigue aposentado en la mente de muchos. La desgraciada Ley de Memoria (mal llamada pues no lo es) no resuelve esto ni mucho menos, pues asume la legalidad franquista e incumple la legislación internacional sobre crímenes de lesa humanidad, renunciando a combatir la pervivencia franquista.

Entre esos restos de mentalidad franquista encontramos la consabida equidistancia (falsa en cualquier caso, pues siempre es franquista) combinada con una notable ignorancia. En su artículo, M. Truyols llega al delirio cuando reinterpreta el drama de la guerra. El “Alzamiento nacional” lo pone en mayúsculas como corresponde a la ortodoxia golpista y ni se cuestiona lo absurdo del término: no hay nación sin ciudadanos, el alzamiento lo fue de un grupo militar reaccionario que agredió precisamente a la nación, que despojada de su brazo defensor tuvo que improvisar un ejército para defender sus libertades. Ciudadanos fueron los que salieron a la calle a defender sus libertades, ciudadanos los que cayeron ante los piquetes fascistas, ciudadanos los que se horrorizaron por la actuación criminal y liberticida de los Mola, Franco, Goded. No se olvide que la intervención extranjera comenzó en julio mismo de 1936 con la ayuda personal de Hitler para traer a la península a un ejército colonial y mercenario. Y sí, frente a la agresión, la nación española vibró y dio un ejemplo al mundo. Fue Sastre quien escribió que el drama de España hizo madurar a su genarción, les hizo adultos al poder ver como se puede salir derrotado pese a tener la razón moral.

El crimen que hoy representa el revisionismo fascista de los Moa, del que hace estela la sra. Truyols, consiste precisamente en eso: en justificar un golpe y una guerra, más unos crímenes atroces como si hubiera sido necesarios o justos.

Las calles de Mallorca guardan símbolos y homenajes de los genocidas. No es un problema de sentido artístico. Es una cuestión más profunda. No hay ni un recuerdo para los marinos de Mallorca muertos en defensa de las libertades, pero sí un soberbio monolito dedicado a quienes fueron sus verdugos. El monumento al Baleares, pongamos por caso. Ese barco iba a ser la joya de la Armada Española, un buque moderno al servicio de la República que llevaría la bandera tricolor símbolo de un pueblo que había sabido modernizarse y construir un futuro lleno de ilusión. El buque cayó en manos de los golpistas, los leales masacrados por el simple hecho de serlo, y el que sería defensor de la soberanía española, embridado por los golpistas y puesto a golpear a sus compatriotas.

El Baleares y su comandante, Luis Vierna, entró en la historia universal de la infamia ante Málaga en el invierno de 1937, con su bombardeo de las masas de refugiados que escapaban de la ciudad. Para esas víctimas ni un solo recuerdo, para el buque y sus responsables, todos los honores. ¿Hasta cuando? Vierna y sus oficiales sediciosos tuvieron un fin digno completamente inmerecido, en combate, aunque el pecio en el que están sus restos fuese robado a todos los españoles.

Cada día que ese horror permanece en la vía pública es un día de vergüenza para todos. No para la señora Truyol, por supuesto, para quien “abominar” dice, del monumento es como “escupir sobre unos niños de diecinueve años” algunos de los cuáles eran mallorquines y menorquines “y no criminales de guerra”. No falta en su alegato, el recuerdo a los golpistas muertos en “Cartagena” por los “rojos”, para preguntarnos, en un intento de zanjar el debate, si quienes asesinaron a estos otros no eran criminales. Puro franquismo sociológico lo que destilan las palabras de la sra. Truyol.

Pues no, sra. Truyol, no. A quien se le escupe es a la sociedad mallorquina y española actuales manteniendo un monumento como ese. Los barcos de guerra, los oficiales y los marineros están para protegernos a todos y salvaguardar nuestras libertades y nuestra soberanía, no para masacrar a su propio pueblo al servicio de un credo totalitario. Los tripulantes de diecinueve años, como otros más jóvenes “flechas navales” de falange, vestían un uniforme y como tales uniformados cayeron. Merecen el mismo respeto que los jóvenes tripulantes del Bismarck o del Tirpiz, con la salvedad que estos barcos alemanes nunca bombardearon a su propia población civil. El monumento es una exaltación del fascismo y de la actuación golpista y en ese sentido propone un ejemplo de conducta a seguir en el futuro. Es por eso que una sociedad democrática y tolerante como la nuestra debe actuar con contundencia y desmantelar el monumento. En Alemania hay monumentos a los muertos en la guerra, hay homenajes a los tripulantes de los buques de la Armada, pero no existen monumentos que unan el pesar por los caídos con los homenajes al nazismo. Son cosas diferentes; para percibirlo se precisa haber sido educado en valores democráticos y en una sociedad donde el fascismo es percibido como lo que fue, una ideología criminal por sí misma.

Respecto de los marinos golpistas muertos en la retaguardia republicana las cosas están mucho mas claras que todo cuanto pretende enmascarar la sra. Truyol. Los que fueron juzgados por los Tribunales Populares lo fueron legalmente. Fue precisamente la lentitud de los procesos y el legalismo y la benevolencia de muchas de las actuaciones de los Tribunales los que provocaron algunas revueltas y estallidos de violencia que acabaron con el asesinato de muchos presos. Hay que llamar a las cosas por su nombre: un asesinato es un crimen. Y todos los que murieron a manos de incontrolados, fueran inocentes o culpables, tenían derecho a un juicio justo y a que sus vidas fueran protegidas por las autoridades republicanas. De los intentos casi desesperados de las autoridades por controlar la situación y reconducirla, la historia y los hechos dan fe. Mezclar por tanto, crímenes con actuaciones de justicia es una manipulación que no vamos a dejar pasar sin denunciar. No podemos olvidar a los cientos de marineros, trabajadores navales, jefes y oficiales, y hasta civiles y esposas, ejecutados ilegalmente en el distrito de Ferrol entre 1936 y 1939 y de los que la historia oficial franquista jamás dijo ni una sola palabra. Miles de marinos ejecutados o encarcelados, todos ellos ilegalmente, por tribunales ilegales.

En esos años de la Mallorca franquista el sr. Tous Ferrer fue uno de los puntales de la dominación reaccionaria sobre la isla. Su poder económico no sólo apoyó a los golpistas cuanto pudo, sino que se puso al servicio del nuevo orden con entusiasmo. El monumento al Baleares tuvo mucho de operación propagandista de su persona, casi tanto como de homenaje a los que cayeron en la lucha; con la habilidad que le caracterizó, logró incluso que no le costase excesivo dinero, promoviendo una cuestación forzosa en la que hasta los presos se vieron forzados a participar. Su imperio comercial y periodístico contribuyó a cimentar el régimen y a transmitir sus valores. ¿Merece un juicio hoy? Si acaso el de la historia, no olvidar quién fue y qué hizo, tenerlo muy claro, no olvidar que fue de los que se enriqueció en los años del hambre y la miseria, de los que dictaban lo que había que escribirse en los años de censura y represión. Flaco servicio le hace la alcaldesa socialista al proponerle como hijo adoptivo, pues atrae las miradas hacia él. Que aprendan de algunas ilustres bancas de pasado golpista, cómo han sabido pasar desapercibidas y logrado lavar su turbio pasado fascista. Y es que algunos nunca perdieron la memoria. Ellos no.

Benjamín Balboa

Ciudadanos por la República

miércoles, 4 de agosto de 2010

DESDICHAS DE ESPAÑA

DESDICHAS DE ESPAÑA

Es conveniente de vez en cuando mirar hacia atrás, hacia el camino recorrido, aunque sólo sea someramente, para apreciar con nitidez dónde y por qué estamos donde estamos, en definitiva para ver las cosas con perspectiva. He aquí algunos momentos de nuestro pasado y también de nuestro presente:

Años finales del siglo XIX. Para evitar la pérdida de sus últimas colonias, España tuvo que hacer frente a una guerra dramática, una de esas colonias era Cuba, la Perla de las Antillas, cuyos habitantes se consideraban mayoritariamente españoles en aquellos momentos. Quien entendía sobre cualquier asunto relacionado con la administración de las colonias era el ministerio de Ultramar, lo que provocaba que desde algunas de ellas, especialmente desde Cuba, se considerara que el hecho de que todo tuviera que pasar por la lejana Madrid, de la que les separaba una distancia enorme para aquellos tiempos de dificultosas comunicaciones, perjudicaba gravemente sus intereses, así que reclamaban insistentemente una autonomía, habiéndose producido ya algunas insurrecciones. Al gobierno conservador en el poder le parecía inaceptable conceder la más mínima autonomía a la isla ni a ningún otro territorio, prefiriendo reprimir las protestas y apagar la posterior rebelión a sangre y fuego. Era el clásico recurso a la unidad de la patria, habitual en ellos. Para llevar a cabo la labor patriótica de terminar con los rebeldes, se envió al general Weyler, máxima expresión de la mano dura, con lo que la sangre corrió a raudales y la mano de Weyler fue tan dura, que en una cosa consiguió poner de acuerdo a la población de la isla: en dejar de considerarse españoles. Cuando cayó desgastado el gobierno conservador y entró en Madrid otro liberal, éste intentó pacificar el territorio otorgando la autonomía que inicialmente habían reclamado los cubanos, pero ya era demasiado tarde porque el movimiento emancipador era imparable. El asunto se complicó mucho más con la intervención de los Estados Unidos, que empezaba a dar sus primeros pasos como potencia depredadora del resto de la humanidad. Como un buitre había acechado el momento oportuno para intervenir, el momento en el que las tropas insurgentes y las españolas estuvieran exhaustas. Su superioridad militar era aplastante, pero la prensa española en sus artículos la negaba cada día, azuzando a la lucha. Por su parte, la Iglesia, desde los púlpitos –tantas veces utilizados para incitar a la guerra- también llamaba a la lucha patriótica, asegurando que España vencería porque contábamos con la protección de la Inmaculada Concepción. El descalabro fue de los que dejan huellas en la historia de un país. En el enfrentamiento la flota española fue destruida con el balance de miles de muertos, mientras el enemigo norteamericano salía del enfrentamiento ileso como de unas maniobras. En tierra también murieron miles de españoles, y sus madres y esposas pudieron comprender, con inmenso dolor, que la protección de la Inmaculada Concepción es un blindaje demasiado ligero para resistir al fuego enemigo. Nadie en el reino, ni el gobierno, ni la prensa ni por supuesto la Iglesia, asumió ninguna responsabilidad ante semejante desastre. Pero eso sí, en las plazas de toros, mientras muchos españoles estaban muriendo, rugía el público entusiasmado ante las faenas de Guerrita y Bombita. La conmoción que produjo la derrota de 1898 fue muy grande, sobre todo porque ponía a España ante el espejo: no era el gigante que presentaba la palabrería de sus gobernantes, era sencillamente un enano; un enano que para su desgracia estaba rodeado de gigantes.


Primeras décadas del siglo XX. Los gobiernos españoles escondían los complejos que aquejaban a la nación aparentando ser ante el resto del mundo un país diferente del que realmente era. El reino español quiso beneficiarse del reparto colonial que las potencias europeas estaban haciendo de África. Quería ser una potencia más. Lógicamente le correspondió la peor parte, una diminuta porción de tierra del norte de Marruecos, improductiva y pedregosa de la que sólo sacaron beneficios los capitalistas que explotaron las minas del Rif. La ocupación del territorio se convirtió desde el principio en una guerra contra la población rifeña que con toda la legitimidad se oponía a ello. Se enviaron contingentes de tropas compuestas por los que no podían pagar la cuota para redimirse de tan peligroso servicio a la “patria”, porque morir por España era cosa de pobres, los ricos sólo tenían que pagar su cuota en dinero para no ir a una guerra que se convirtió en un desastre con decenas de miles de muertos. Cada nuevo embarque de tropas con destino a Marruecos, terminaba convirtiéndose en una enorme manifestación de protesta de la población, porque todo el mundo sabía qué patria se estaba defendiendo en África. El rey Alfonso XIII jaleaba a sus generales instándoles a avanzar, pero era evidente que la conquista de tan menguado territorio era un esfuerzo excesivo para el reino de España, que sólo pudo culminar la ocupación con la ayuda francesa. Las innumerables bajas habían vuelto a sembrar de luto y de indignación a los hogares españoles –los más pobres, naturalmente-. Sin embargo en los ruedos la gente vibraba con el toreo de El Gallo, Joselito y Belmonte. Eran los años dorados del toreo


Años cuarenta. La rebelión de 1936 de los militares africanistas había terminado aplastando a la II República y con ella el intento de los españoles de gobernarse en democracia. Fue el hecho más dramático y sangriento de toda la historia de España. Pero el fin de la guerra no supuso el cese de las muertes, sino que el gobierno de una España que se decía UNA, GRANDE Y LIBRE; declaraba expresamente su intención de exterminar a los republicanos y seguía matando y sembrando la geografía nacional de fosas comunes en cementerios y cunetas. Pese a sus enfáticas declaraciones, nunca España había estado tan dividida, había sido tan poco como país y menos libre. El reino del terror había caído sobre la población española, eran tiempos terribles, pero también los años en los que Manolete desplegaba su toreo quieto y vertical que entusiasmaba a los públicos, mientras un nuevo espectáculo de masas, el fútbol, se convertía en el preferido de la población.


Años cincuenta. Continuaba la represión, aunque la derrota de los valedores del régimen de Franco, Alemania e Italia, supuso que el régimen se viera forzado a mostrarse al mundo con una apariencia más moderada, teniendo que renunciar a su política de exterminio, aunque, eso sí, las cárceles seguían abarrotadas de presos políticos y en toda España había hambre. Mientras tanto, en los ruedos triunfaban Luis Miguel Dominguín, Antonio Ordóñez, Julio Aparicio, Litri y Chamaco, OOOOLÉ, y en los campos de fútbol encandilaban Kubala y Di Stefano. El Real Madrid ganaba cinco Copas de Europa seguidas. GOOOOOL.


Año dos mil diez. Con la célebre Transición de los años setenta se habían recuperado las libertades, aunque no de forma plena porque aunque interesadamente digan que fue ejemplar, en realidad fue una partida de tahúres en la que no faltaron ni las amenazas ni los engaños. Desde entonces, durante décadas la economía creció gracias a que vendieron España en parcelas, destruyendo los espacios naturales y las costas. Se privatizó casi todo lo privatizable y la corrupción y el saqueo de la hacienda pública se generalizaron. Gracias a ello los más poderosos de la sociedad tuvieron enormes beneficios, llenando sus bolsillos de dinero. Es lo que un político socialista bautizó como el pelotazo. Se proclamó entre fanfarrias que España era la octava potencia económica del mundo y el presidente dijo la fantasmada de que ya habíamos adelantado a Italia y que pronto íbamos a adelantar también a ¡Francia! Pero en lugar de ello la burbuja reventó y todo se vino abajo. Sin embargo, pronto lo solucionaron. Como los ricos y poderosos casi nunca han tenido problemas en España, se les dio dinero público, se les rebajaron los impuestos y se cambiaron las leyes para beneficiarlos en las relaciones laborales y todo arreglado. Pero…¿Quiénes van a pagar todo eso? El gobierno y sus gemelos conservadores de la oPPosición lo han dicho claramente: los que menos tienen. En esas estamos con un paro que se acerca a los cinco millones y algún millón de pobres de los que no tienen ni para comer. Entonces, para librarnos de tantas preocupaciones, la selección de fútbol de España se proclama campeona del mundo y las calles se llenan de público y de entusiasmo. ¡Somos los más grandes, somos los mejores! El presidente del gobierno saca de nuevo pecho ante su colega francés y presume de campeones. A POR ELLOS OÉ, A POR ELLOS OÉ, OEEEÉ, OEEEÉ, OEEEÉ. ¡Qué maravilla! Al día siguiente, en plena resaca, ondeando aún las banderas y con los restos de la fiesta por todas partes, el parado sale de su casa –si es que la tiene- sin saber adonde ir y el pobre de solemnidad pensando cómo comer ese día.


¿Seguirá siendo nuestro país esa España eterna que tanto gusta a especuladores y corruptos, o alguna vez despertaremos los españoles de esta pesadilla? Porque España no es el país alegre que los turistas japoneses creen, sino que es un país triste, muy triste, uno de los países más tristes del mundo.


Antonio Tellado.